(Maestra Rosario Robles Berlanga
Secretaria de Desarrollo Social)
Representante enviado: Lic. Javier Guerrero García, Subsecreterio...
Nos congratula contar hoy con su presencia en esta Mesa de Trabajo,
sobre todo por tratarse de la temática de desarrollo social, que es de
la mayor relevancia para la población del medio rural.
El haber establecido como una prioridad la Cruzada contra el Hambre que
coordina la Secretaría a su cargo, amplía la visión y el compromiso de
lo social, a la vez que asume como criterio definitorio el enfoque
territorial para la aplicación de las políticas públicas.
Creemos que la articulación de los programas que integran la Cruzada es
un reto de gran magnitud. La población que atienden, ubicada en los
cuatrocientos municipios integrados a la Cruzada, en su mayoría rurales,
donde la pobreza se manifiesta en grado extremo, nos obliga a procurar
el éxito del SINHAMBRE.
Estamos ciertos de que se está haciendo un gran esfuerzo, pero
advertimos serios problemas que se deberán superar para lograr la
vinculación y articulación de los programas, uno de ellos son las reglas
de operación. A menudo, en razón de ellas los programas se tornan
excluyentes o inaccesibles.
Hay quien afirma con suspicacia, que están diseñadas, por su grado de
dificultad o complejidad, como un medio de contención a la demanda de
recursos, particularmente en los programas que tienen propósitos
productivos o de infraestructura.
Nosotros creemos que es necesario vincular los temas productivos a los
que tradicionalmente se han considerado como de apoyo social o
asistencial, si queremos corregir desde sus bases la pobreza, sea rural o
urbana.
Cabe destacar que de los cuatrocientos municipios integrados a la
Cruzada, tres cuartos son predominantemente rurales; cincuenta programas
de la Cruzada tienen influencia en lo rural.
No obstante lo anterior, tenemos la percepción de que los programas
productivos no están siendo lo suficientemente flexibles para incorporar
a la población de más escasos recursos que vive en el campo.
Si seguimos haciendo lo mismo con las mismas reglas y presupuestos
inerciales, con seguridad obtendremos los mismos resultados de pobreza.
Estamos convencidos de que es urgente apoyar la producción aún en las
comunidades más pobres y aisladas; que no se piense únicamente en la
producción en razón de esquemas de productividad y competitividad o de
exportación.
Tratándose de alimentación, mientras en las zonas urbanas los apoyos
tienen que llegar de manera directa como canastas alimentarias,
productos procesados, etc., en el campo lo que se necesita es apoyar la
producción para que los propios productores generen sus alimentos y, de
ser el caso, también puedan comercializar sus excedentes.
Abatir el hambre es el gran reto, pero hacer que los programas incidan
armónicamente e impacten con efectividad en los municipios que están
considerados es, desde nuestro punto de vista, la condición de
posibilidad.
Tenemos el Programa Especial Concurrente y necesitamos un esfuerzo
consistente para conjuntar el sentido de sus programas con la Cruzada
contra el Hambre. Buena parte de ellos ya están incluidos, sin embargo,
insistimos, se requiere coherencia en las políticas públicas que
propicie las sinergias necesarias para potenciar los programas y su
impacto positivo.
Queremos que se supere el sentido meramente compensatorio y asistencial
de los programas sociales, y se les dé un enfoque orientado a la
producción y a la generación de empleos.
Los procesos migratorios que propició la descapitalización del campo, la
falta de apoyos y desmantelamiento de instituciones que eran sostén de
las políticas públicas orientadas a impulsar la producción del campo, se
tradujeron tarde que temprano en el crecimiento de la pobreza urbana.
Es necesario entonces impulsar la producción de alimentos en todos los
espacios del ámbito rural, a fin de ampliar la oferta de productos, que
se generen empleos e ingreso y, de esta manera, se disminuya la pobreza,
particularmente la alimentaria.
Secretaria:
No viene al caso repetir cifras que ya conoce sobre la pobreza, pero sí
es importante insistir ante Usted, en que poco se avanzará en materia de
combate al hambre si no se tiene en cuenta la importancia que en la
materia juega el campo, sus programas de apoyo, y la urgente necesidad
de una reingeniería de las reglas de operación que los norman,
haciéndolas más flexibles y accesibles para ell medio rural que atiende
la Cruzada.
Desde el amplio y complejo espacio de la coordinación que le ha sido
encomendada, tenga presente que lo rural sigue siendo el campo donde el
Estado debe replantear el nuevo proyecto de país al que se aspira; no
desestimamos ninguna medida ni política en otros sectores, pero mientras
el campo no prospere, nuestra sociedad seguirá padeciendo la pobreza.
La repartición de la riqueza y la disminución de la ofensiva brecha
entre pobres y ricos, solo puede darse en una sociedad con empleo
productivo y remunerador.
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